El pasado día 2 de febrero, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía hizo público el número de solicitudes recibidas para participar en el concurso convocado mediante Orden de 2 de diciembre de 2024, para la apertura de 122 nuevas oficinas de farmacia en esta Comunidad Autónoma.

El número hecho público por la Consejería de Salud me ha llamado la atención por cuanto que se trata, nada más y nada menos, que de 1.665 solicitudes para 122 nuevas oficinas de farmacia. Más de 13 solicitudes para 1 oficina de farmacia, frente a las casi 9 solicitudes por farmacia del anterior concurso.

Si comparamos estos números, por ejemplo, con el último concurso de nuevas aperturas en Castilla La Mancha, en el cual hubo 663 solicitudes para 104 oficinas de farmacia, esto es, 6 solicitudes para una farmacia, vemos que en Andalucía se han presentado el doble de participantes.

Decía que el número me ha llamado la atención porque, si bien sabíamos que el interés iba a ser muy grande, ya que Andalucía se trata de la Comunidad Autónoma con mayor interés para el farmacéutico para abrir o adquirir una oficina de farmacia, teniendo en cuenta el precedente del concurso anterior abierto en el año 2010, para adjudicar 316 nuevas oficinas de farmacia, no esperaba este número de participantes.

El baremo, salvo pequeños cambios, era prácticamente el mismo en 2024 que en 2010, por lo que, teniendo en cuenta las puntuaciones del concurso anterior se sabía que en este último concurso las puntuaciones iban a ser necesariamente más elevadas. Pero por pura lógica: si en 2010 salieron a concurso 316 nuevas oficinas de farmacia, para 122, se iba a necesitar una mayor puntuación.

Por lo tanto, me ha sorprendido que se haya presentado ese número de solicitudes teniendo en cuenta que las posibilidades en este último concurso iban a ser menores.

Además de la lógica matemática de “menos oficinas de farmacias convocadas, menos opciones”, se tenía que haber tenido en cuenta que los méritos académicos del farmacéutico han cambiado mucho en los últimos años.

Así, teniendo en cuenta la experiencia del concurso del año 2010, en el que TSL Consultores representó a más de 60 adjudicatarios, muchos farmacéuticos han aprovechado todo este tiempo hasta 2024 para formarse y conseguir una buena puntuación con el objeto de tener más posibilidades de resultar adjudicatario.

Por lo tanto, he observado que entre 2010 y 2024 el farmacéutico se ha preocupado en mejorar considerablemente su expediente académico no resultando tan extraño ver un sobresaliente o una matrícula de honor.

También, el número de farmacéuticos que cuentan con un máster en Atención Farmacéutica es mucho mayor que hace 14 años, cuando sólo unos pocos tenían este título.

Igualmente, es mayor el número de farmacéuticos que realizan publicaciones de artículos o libros, o que participan en congresos científicos.

En definitiva, la competencia ahora es enorme.

Me parece fundamental estar bien asesorado previamente a participar en este tipo de concursos.

Por nuestra parte han sido muchos los farmacéuticos que hemos aconsejado a no presentarse por carecer de opciones reales de resultar adjudicatarios y por considerar que en esta convocatoria la puntuación iba a resultar mayor, a no ser que fuera para resultar adjudicatario en la fase 3 del concurso (farmacias rurales).